Así nos enteramos que el museo, abierto desde 1985, no sólo posee más de 800 instrumentos musicales de todos los continentes, sino también una colección de libros y manuscritos musicales de diversas épocas y orígenes, organizados en una biblioteca también abierta al público y una fonoteca donde guarda valiosos discos de pasta, cilindros para fonógrafos y rollos para pianolas.
Nos llamaron la atención las grandes trompetas tibetanas, usadas por los lamas en ceremonias rituales, el órgano de paloma, un antiguo instrumento chino, usado en los palacios del emperador, un pequeño artefacto de bambú y calabaza que hacían sonar las palomas en vuelo. Y una mención aparte merecen las cajas musicales, algunas con rodillos y otras con disco, a cuerda, pero todas bellísimas y de gran ingenio.
Nos fuimos muy contentos y con mucho gusto firmamos el libro de visitas. Qué bueno tener en nuestra ciudad un museo único en el país, y poder conocerlo. Qué bueno que los amigos coleccionistas podamos disfrutar hoy de los instrumentos que en el siglo pasado, un señor veterinario, coleccionó durante toda su vida con toda su pasión.
¡Gracias amigo coleccionista Dr. Emilio Azzarini!
que interesante! espero poder conocerlos en la muestra del 16 si es que me mejoro.
ResponderEliminarUn saludo muy grande y mucha fuerza para seguir adelante que aun el no tener nombre les da un toque especial.
Ne encanta ver que el grupo va bien, con muchas actividades y buen rollito. Seguir asi. Elena
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